Yo lo descubrí cuando logré llenar las 10 agendas de mi equipo en un salón de barrio donde, literalmente, no pasa nadie por la puerta.
No fue magia.
Fue método. Fue claridad. Fue foco.
Yo lo descubrí cuando logré llenar las 10 agendas de mi equipo en un salón de barrio donde, literalmente, no pasa nadie por la puerta.
No fue magia.
Fue método. Fue claridad. Fue foco.
Y ahora voy a enseñártelo paso a paso,
sin complicaciones, sin tecnicismos, sin filtros.
Y ahora voy a enseñártelo paso a paso,
sin complicaciones, sin tecnicismos, sin filtros.